Si todo lo vivimos ante una perspectiva de cambio constante, el mercado del alquiler y de la vivienda no iba a ser menos. A pesar de los escollos de la pandemia, ya veíamos hace unos meses que, en Europa, la inversión inmobiliaria en alquiler residencial ascendió a 46.000 millones en 2020, según datos de la consultora Savills. Estos cambios se mueven en un contexto concreto, en el que surgen nuevas fórmulas de acceso a la vivienda, de las que hoy te queremos hablar en Spotahome.

Una de estas alternativas es el coliving, que, importado de Norteamérica, cada vez encuentra más acomodo en el residencial europeo. En buena parte influido por otros fenómenos como el coworking, el coliving consiste en alquilar una habitación mientras se comparten áreas y gastos comunes. En su lógica de expansión, hay edificios que se destinan especialmente al coliving, en los que sus inquilinos no comparten sólo desde una perspectiva material o de espacio, sino que también socializan entre ellos y ponen, en cierta forma, su vida en común.

Casi a modo de residencia de estudiantes, los espacios de coliving suelen ser ocupados por jóvenes profesionales que, muchas veces, se encuentran en movilidad permanente entre ciudades. Así, la convivencia va más allá de alquilar una habitación en un edificio compartido, en el que, además de desarrollarse un sentimiento de comunidad, un coliver puede ver en alquilar la oportunidad de conocer gente nueva y afín con la que compartir tiempo. De esta forma, el alquiler, como vía de acceso a la vivienda, da un paso más en su dimensión como experiencia.

En paralelo al coliving, surgen también otras alternativas como el cohousing, que si bien suelen dar lugar a confusión el uno con el otro, tienen matices distintos. En su misma línea, el cohousing, que nace décadas atrás en Dinamarca, se configura como otro modelo de vivienda colaborativa, pero que en este caso se concibe desde el cooperativismo. A diferencia del coliving, en el cohousing tiene más peso la posibilidad de acceder a la vivienda como tal, sobre todo desde una perspectiva de precios, gastos comunes y consumo, mientras que en el coliving se incide más en la importancia de la experiencia y las relaciones sociales. Bajo el paraguas del cohousing, además, se han replicado fórmulas como el cohousing senior, que, en este caso, está dirigido a personas de la tercera edad que deciden compartir su vejez juntas.

People working together


Build to rent, viviendas de obra nueva para alquilar

A fórmulas como el coliving o el cohousing se suman otros modelos como el build to rent, que básicamente consiste en edificios de obra nueva que se destinan al alquiler, gracias a la inversión de pequeños inversores. Por un lado, el build to rent nace como nueva vía para la inversión inmobiliaria; por el otro, facilita el acceso a la vivienda a personas que no pueden plantearse la compra, con el añadido de que se da la oportunidad de entrar a viviendas de obra nueva que, en la dimensión de la compraventa, podrían tener un precio superior al del alquiler.

El build to rent, que cada vez absorbe más inversión inmobiliaria, desde hace años lleva extendiéndose por Europa, especialmente en países del norte y del centro del continente, como por ejemplo Alemania. Así, también se consolida como el resto de fórmulas alternativas en el alquiler, que se presentan como una oportunidad de flexibilidad en el acceso a la vivienda frente a la rigidez de la compraventa.