Los ingleses son conocidos por su educación y sus buenas maneras (si dejamos aparte el fenómeno hooligan, la hora de cerrar los pubs, cuando van de turismo a Benidorm o sus grupos musicales de punk, rock, pop y quizás gospel). No es que nos guste molestar (bueno, un poco quizás sí), pero es tan tentador poner a prueba la politeness británica…
Así que toma buena nota y haz un pequeño estudio sociológico aplicando estos principios a los súbditos británicos. Tómatelo como una pequeña revancha; por todas esas veces que has notado, tras su correcta y cortés fachada, un deje de desprecio. ¿Qué no te ha pasado nunca? Pero… ¿has conocido a algún inglés?
NOTA PARA POSIBLES LECTORES INGLESES: No os lo toméis a mal, es una forma como cualquier otra de pasar el rato… En el fondo es envidia que os tenemos.
1. El té, con su nubecita de leche
Una de las cosas más sagradas para cualquier inglés es tomar un té con la proporción exacta de leche. Ni muy cargado, ni muy ligero. Los hay que hasta tiran de pantone para no fallar. En serio. Sírveselo al revés de como sin duda te han especificado que lo quieren y observa sus expresiones.
2. Disculparse es de continentales
De todos es sabida la tendencia inglesa a disculparse. Si van a preguntarte la hora, se disculpan. Si te rozan en el supermercado, se disculpan. Si llegan pronto a una cita, se disculpan. Incluso si no es culpa suya, se disculpan. Prueba a no disculparte, especialmente si sí que es culpa tuya. Verás qué risas.
3. Imita el acento británico
Haz la prueba en un restaurante, por ejemplo (aunque quizás el camarero no sea precisamente inglés de pura cepa). Si al cabo de cinco minutos no te han echado la salsa de menta por encima, sigue hasta los postres. Y mucho blimey, Bob’s your uncle y mate. Briconsejo: si levantas un poco la nariz al hablar te saldrá mejor.
4. Sáltate la cola
Advertencia, esta es para los muy aventureros; los ingleses son extremadamente correctos, ya lo hemos dicho, pero lo de las colas se lo toman muy a pecho. Se van a enfadar, fijo, prepara una excusa de emergencia (aunque no servirá de nada). Si no pides disculpas e imitas el acento británico, puntos extra.
5. Ponte a la izquierda en las escaleras mecánicas del metro en hora punta
Si de verdad quieres sacar de quicio a los hijos de la Gran Bretaña, por en práctica esta diabólica sugerencia, ignorando los carteles y los peores gestos de reprobación que los ingleses son capaces de poner. Llévate tu mejor cara de póker, que te hará falta. No te hagas el despistado, que así fastidia más.
6. Camina muuuuuy (pero muy) despacio
Esta es especialmente insidiosa, pero debes utilizarla en espacios abarrotados, especialmente en Londres (como en Oxford Street un lunes por la mañana, por ejemplo). Ayúdate de un mapa y si te atreves pregúntales por una dirección, también con toda la parsimonia del mundo. Ya sabes, si imitas el acento, bonus points.
7. ¿Cómo es posible que coman Marmite?
Por si no lo sabes, es esa pasta de olor fuertecillo y aspecto desagradable que se untan en las tostadas para desayunar hecha a base de extracto de levadura. Pregúntales si es para ahuyentar los mosquitos o si no tienen bastante con su ingente ración diaria de cerveza tibia, y muéstrate despreciativo si te salen con que tiene mucha vitamina B.
8. Pregúntales si son de Londres
En este caso es fácil entender que les moleste (es como si a ti te preguntaran si eres de Barcelona, la Costa Brava o Mallorca, los tres únicos lugares españoles en un mapamundi británico). Si por suerte no son de Londres, pregúntales si su ciudad está muy lejos de Londres.
9. Pídeles que te hablen de la familia real
Aunque esta pierde potencia viniendo de los habitantes de otro país monárquico como España, siempre merece la pena probar. Tal vez los puedas oír rechinando los dientes (ah, música para mis oídos) antes de terminar la pregunta. Si además les preguntas por las tareas de la reina como jefa de estado, mejor que mejor.
10. Interésate por su dominio de lenguas extranjeras
Seguros como se sienten con el inglés como lengua universal, el aprendizaje de lenguas en Reino Unido es sencillamente atroz. Es tu oportunidad para resarcirte por tanto genitivo sajón y tanto phrasal verb. Si hablas con un inglés muy inglés puede que ni siquiera le moleste, así que recuerda, pon el acento.
Bonus: y el Brexit, ¿qué tal?
Te pondrán inmediatamente cara “oh no, otra vez no”. Perfecto, es lo que pretendíamos. Muahahaha.