-Texto original por Aimee Smith, traducción por Andrés Varela-

Viajar es lo mejor del mundo (ea, ya lo he dicho). En serio, no hay nada mejor, pero también tiene sus inconvenientes. Mantener la dieta, evitar las alergias alimentarias, comer ecológico o no romper tus requisitos alimentarios pueden volverse una misión imposible. Por lo que hemos preparado una pequeña, pero útil guía sobre cómo controlar lo que comes y no tengas que preocuparte ahí fuera.

1. Antes de empezar, toca planear

Haz una visita a tu médico:

Si tienes un historial de episodios alérgicos y estás planeando viajar a un país con otra cultura, la primera persona con la que deberías consultarlo es con tu médico. Si te da el visto bueno, podréis empezar a planear la dieta y medicación para el viaje.

Pide cita con tu médico lo antes posible, te recomendamos hacerlo antes de comprar los billetes.

Seguro:

Algo que todo el mundo necesita, pero sobre todo tú. Si tus restricciones alimentarias pueden suponer un riesgo para tu salud, necesitas recibir la mejor atención médica posible, aunque esto suponga pagarla. Asegúrate de informar a la aseguradora de tus condiciones alimentarias y las medidas necesarias para tu tratamiento. Al hacerlo, estarás cubierto y permitirás que puedan pasar a la acción lo antes posible. Ten en cuenta que: Si no informas correctamente de tu condición médica al seguro, es posible que este no te cubra y francamente, nadie quiere eso.

Compara precios, pero no escatimes en esto. Es verdad que mucha gente viaja sin seguro, pero en tu caso no merece la pena arriesgarse por unos cuantos euros.

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Precauciones para volar:

Lo primero es evitar el cáterin de los aviones. Pedir comida durante el vuelo suele ser algo opcional, por lo que deberías poder evitarla sin problemas. Lo mejor será que lleves contigo algunos aperitivos para ahorrarte problemas.

Informa a la tripulación o a la compañía aérea en caso de que tus condiciones alimentarias sean muy graves para que tomen medidas de seguridad antes de embarcar.

Puedes informarles durante la compra de los billetes o por la línea de atención al cliente, así que mantén tus detalles personales y de vuelo a mano.

2. Aprende las palabras clave (o al menos los nombres)

Este podrá parecerte el consejo más obvio del mundo, pero créeme, es necesario. Una vez tuve que explicar en francés que era una nuez usando solo la mímica y no es tarea fácil. Lo que quiero decir es que no tienes por qué hablar el idioma para pasar un fin de semana, pero sí que deberías aprender los términos básicos para hacerte entender.

Allergy action ofrece tarjetas y guías que podrás descargarte para tener siempre a mano la información necesaria.

Si el plan falla, o eres como yo y se te da fatal pronunciar cualquier cosa, siempre puedes descargar una aplicación de traducción o un diccionario. La información escrita siempre es más fiable y así nos aseguramos al 100 % de no llevarnos sorpresas.

Si lo que quieres son solo los términos, no te preocupes, tenemos la app perfecta para ti: Allergic Traveler . Puedes descargar la versión gratuita o pagar para conseguir más idiomas.

3. Sé paranoico... PREGUNTA

Cuando viajas tienes que ser consciente de las diferencias culturales. Puede que en países más tradicionales aún no haya tantos veganos ni vegetarianos. Así que no debe sorprenderte ni asustarte el tener que explicar en qué consisten tus requisitos alimentarios. Aunque tengas que ser quisquilloso, siempre será mejor que comer a ciegas, pues las vacaciones no están para pasar malos ratos.

Puede que de esta forma acabes como un disco rayado, pero será lo mejor si quieres evitarte remordimientos o reacciones alérgicas.

4. Investiga bien

Muchos países no tienen demasiadas opciones y su cocina puede basarse mucho en aquello que te provoque alergia. En ese caso lo mejor será que te prepares en Internet sobre cuáles serán tus mejores opciones. Hazme caso con esto, pegarte una caminata bajo el sol en busca de un restaurante es lo peor que puedes hacer durante tus vacaciones.

¿Eres vegano o vegetariano? ¿Por qué no te unes a la comunidad de Happy cow? Aquí podrás encontrar y añadir los restaurantes vegetarianos y veganos de la zona.

¿Comes sin gluten? Pues bájate la app Find Me Gluten Free para encontrar un restaurante que se adapte a tus necesidades.

Para encontrar más lugares, puedes filtrar tus requisitos con TripAdvisor y descubrir opciones más genéricas.

Pero si tu alergia es muy grave, puede que lo mejor sea preparar tu propia comida. En ese caso, necesitas aprender dónde están los supermercados y que puedes encontrar en ellos. Para conseguir más información al respecto y qué cosas puedes facturar, visita Parcel Hero.

5. No te descuides

Que tú estés de vacaciones no quiere decir que tu alergia también lo esté. Puede que estés probando tantas cosas que no te hayas dado cuenta del nuevo sarpullido en tu brazo. Cuando ocurren cosas así, es porque ha llegado el momento de comenzar a ser paranoicos sobre los cambios que pueda sufrir tu cuerpo. Esto ocurre principalmente durante las comidas, ya que las reacciones tardan más en hacer efecto y pueden llegar a manifestarse al día siguiente de la ingesta. Si tienes sospechas, díselo a alguien inmediatamente y comienza a tratarlo.

No comas como un nativo. Puede que los platos y el vino de la zona parezcan deliciosos, pero, ¿de verdad merecen la pena?
En países muy calurosos te recomiendo que bebas algo de vez en cuando para evitar posibles golpes de calor.

6. Comprueba la fecha de caducidad de tus medicamentos

Esto te parezca de cajón, pero asegúrate de mirar la fecha de tus medicamentos y llévalos siempre contigo aunque tengas que ser en una mochila. En caso de sufrir una reacción alérgica, puede que te sea imposible conseguir otra inyección de adrenalina, así que asegúrate de que la tuya no esté caducada.

Si no se te da bien recordar este tipo de cosas, puedes ponerte alarmas para recordar la fecha de caducidad de tus medicamentos.

7. Viaja siempre en compañía

Ya sea un viaje romántico o con amigos, es importante que tus acompañantes estén al tanto de tus alergias e intolerancias. Si se produjera algún episodio, pueden ahorrarte pasar malos ratos. También te ayudarán a alejarte de toda tentación y hacer de tu viaje una experiencia sin sustos, barata y placentera.

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Después de todo, si viajan contigo es porque algo, sí que te quieren…

8. No te avergüences de tus defectos

Ahora existen un montón de pulseras y otros accesorios que informan de tu condición sin tener que llevarla tatuada en la frente. Puede que no estén a la última moda, pero, ¿quién sabe?, puede que acaben salvándote la vida. ¡No tengas miedo y llévala con orgullo!

Puedes encontrar algunos de estos accesorios en Mediband. Cuentan con una gran variedad de estilos para todas las edades y condiciones para que puedas llevar tu intolerancia o alergia con orgullo.

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Fotografía por: Joanna Boj en Unsplash