Abres el portal de Spotahome y te encuentras con cientos de miles de apartamentos de todo tipo: grandes, pequeños, cálidos, minimalistas, céntricos y en el extrarradio… Para todos los gustos. Pero la gente quiere una casa con personalidad. ¿Cómo diferenciarse para encontrar al inquilino perfecto? O, más bien, para que el inquilino perfecto te encuentre a ti. Desde luego, la calidad es una apuesta segura y tener tu piso en condiciones es lo mínimo para atraer al mayor número de interesados. Pero si quieres darle un plus de maquillaje, que tu piso sea la envidia del vecindario y objeto de amor a primera vista, te anotamos una serie de tips para tener en cuenta.
#1. Iluminación
No todos los lugares de la casa necesitan ni el mismo nivel ni tipo de luz, pero antes de nada: aprovecha todo rayo de luz exterior de tus ventanas, por pequeño que sea el porcentaje. No sólo es gratis, también es salud. Muchas cocinas y baños no tienen salida al exterior como el resto de estancias de la casa, por lo que la luz blanca artificial se agradecen para conseguir una iluminación óptima. En cambio, en el salón una luz más cálida de leds dará mayor sensación de descanso y comodidad. Mira la calidez de este salón, por ejemplo. ¿Cómo no le va a apetecer a alguien vivir en él?
#2. Colores neutros
Blancos, grises, algún que otro beige o crema… Los colores neutros, además de estar siempre de moda, tienen muchas funcionalidades. ¿La primera de ellas? Todo un mundo de posibilidades. No sólo son bonitos, sino que permitirán a tu inquilino jugar con otros colores y complementar a su gusto. ¿Que prefieres los azules? Cojines, cuadros, alfombras: lo que necesites. ¿Que no soportas el amarillo? No tendrás que cruzarte con él. La baza de los colores neutros es su unanimidad y su limpieza. Nadie los podrá rechazar.
#3. Minimalismo
Puede que te guste el barroco –ojo, Velázquez y Bernini nos encantan--, pero dentro de casa no nos gusta lo excesivo. Aquí creemos mucho en lo de que menos siempre es más (siempre o casi siempre). Por eso también pensamos que, al igual que con los colores neutros, conseguir que tu piso sea llamativo no necesita de muebles recargados ni cuadros con fotografías antiguas. Así también dejarás cancha abierta a que tu inquilino pueda poner un toque de personalidad a su gusto. Mira por ejemplo este salón en un apartamento de París. Sencillo pero elegante.
#4. Texturas
Hay cosas que a primera vista pueden pasar por desapercibidas. Pero no te preocupes, para eso nosotros te las recordamos. Jugar con las texturas es siempre un acierto. La calidez también está en los textiles, muy versátiles para marcar las diferentes épocas, linos y fibras naturales para la primavera y verano, y lanas y terciopelos en invierno y otoño. Las maderas son otra opción que dan un toque natural y de comodidad que pocos materiales consiguen. Piedra en algunas paredes, siempre sin abusar; estucados u otros formatos con relieve o una maravillosa alfombra de piel (por supuesto, mucho mejor sintética) completan nuestra propuesta.
#5. La coherencia
¿Cómo que coherencia? Pues sí, la coherencia. ¿Que a qué nos referimos? A que el piso transmita una sola idea. ¿De qué sirve un salón moderno y minimalista si el baño parece sacado de una telenovela de época? Cuando uno quiere convencer, lo mejor es cuidar que toda la estética esté alineada. Y si en una galería de fotos parece que estás viendo por momentos pisos distintos, además de enganchar nada, puedes hasta confundir a tu potencial inquilino. No dejes ningún centímetro al azar e intenta que tu vivienda cuente una historia y, con suerte, la de alguien más que empezará a ver el piso su próxima residencia. Échale un vistazo a este piso. “Supercoherente”. Y nos encanta.