Esta ciudad al norte de Italia, ubicada a los pies de los Alpes, es muy famosa entre la población italiana, no así en el resto del mundo. Turín es una ciudad llena de secretos y leyendas pero también con una rica historia y gastronomía. A continuación te desvelo ocho curiosidades de Turín para que comprendas mejor la relevancia que tuvo la primera capital de Italia.
1. Turín, de toro
El nombre completo de la ciudad es de hecho Civitas Augusta Taurinorum, es decir, la ciudad fundada por el emperador Augusto poblada por la tribu de los taurini. Los taurini eran una tribu celta que vivía en las montañas y se dedicaba a la crianza de los toros. De ahí que el toro sea el símbolo de la ciudad y esté representado en un sinfín de casas, escultura, fuentes, banderas...
2. Origen del Martini
En Turín nació el Martini, o por honrar a los dos precursores, Martini & Rossi. En el año 1863, el emprendedor Alessandro Martini y el licorero Luigi Rossi unieron talentos y concibieron este vermut. Martini tuvo siempre una visión empresarial global y Rossi conocía todas y cada una de las fragancias de la zona. De hecho, dicen que la Vía Dora Grossa olía a las creaciones de Rossi. Su primer vermut: el Martini Rosso, continúa hoy elaborándose como el del 1863. Desde Turín, se puede visitar la Casa Martin, está a tan sólo 20 kilómetros al sur, en Pessione di Chieri.
3. Capital del chocolate italiano
No sólo es un templo del vermut, Turín también es considerada como la capital del chocolate italiano. Los amantes de este manjar podrán disfrutar de su estancia en Turín pues el café típico tiene chocolate, el major sabor de helado lleva chocolate y hasta hay un festival dedicado única y exclusivamente al chocolate. Dicen los expertos en la materia que los mejores chocolates están en el Caffè Confetteria Baratti & Milano. Pero sin duda puedes disfrutar de ellos en los puestos artesanales de los sábados y domingos y las muchísimas cafeterías y confiterías bajo los soportales de Turín.
4. Museo Nacional del Cine
Turín tiene uno de los mejores museos del cine, del mundo, no sólo por el contenido en sí del museo, sino por dónde se ubica: en el edificio más famoso y espectacular de toda la ciudad, la Mole Antonelliana. Encantará tanto a los cinéfilos como a los arquitectos. Para más información, aquí te dejo la web oficial.
5. Museo de Egipto
Otro curioso museo que alberga Turín es el Museo Egipcio de Turín. Por la colección que posee este museo, se trata del segundo más importante del mundo después del Museo Egipcio de El Cairo. Estatuas, sarcófagos, tumbas y papiros... En total tienen unos 6.500 objetos ordenados en las distintas salas de este bonito edifico. Pero el Museo Egipcio de Turín guarda en su interior 26.000 piezas egipcias que por falta de espacio o por ser demasiado freakies, no las exponen. Aquí te dejo la web y los horarios de este apasionante museo.
6. El primer rey de Italia
El primer rey de Italia, Víctor Manuel II nació en Turín en 1820. Aquí también nació la unificación italiana bajo la influencia y las ideas liberales del orginario de Turín, conde de Cavour.
7. El declive de Nietzsche
El filósofo alemán era un enamorado de la ciudad de Turín y pasaba algunas temporadas viviendo en la ciudad italiana, casi siempre en otoño. La calle Carlo Alberto fue testigo de uno de sus últimos días de cordura antes de ser ingresado. El boca a boca ha contado que una fría mañana del 3 de enero de 1889, Nietzsche daba un paseo cuando vio como el cochero maltrataba a su caballo. Él corrió a abrazarlo. Hasta hay un par de películas al respecto de este episodio: Días de Nietzsche en Turín y El Caballo de Turín.
8. Origen del grissini
Para terminar con algo típico de la rica gastronomía italiana, en Turín también nacieron los famosísimos grisines. Estos palitos de pan, alargados, finos y crujientes, son típicos de la mayoría de restaurantes italianos del mundo que los ponen antes de traer la comida, o mientras pides, para abrir buqué. Según la histoira de la ciudad, el panadero de la corte lo inventó porque Vittorio Amadeo II de Saboya tenía un delicado estado de salud y le sentaba muy mal la miga de pan. Así, en 1679 nacieron en Turín los digestivos grisines.