-Texto original por KLAUDIA D. CZERWIŃSKA, traducción por Andrés Varela-
Vale, ahora que acabas de llegar a Varsovia seguramente te estarás preguntando, ¿y qué hago ahora? Bueno, pues deja que te demos un breve paseo por lo que, en nuestra opinión son los 10 mejores museos de la capital polaca.
1. Museo del Alzamiento de Varsovia, el lugar donde las paredes laten
Personalmente, pienso que este es uno de los museos más históricos y trágicos de Varsovia. Fue inaugurado en 2004 como una de las últimas iniciativas del presidente Lech Kaczyński. Este museo rinde homenaje a los ciudadanos de Varsovia que formaron parte de la resistencia contra la opresión del nazismo y constituyeron el levantamiento del 1 de agosto de 1944. El museo se compone de una colección de fotografías muy conmovedoras, pertenencias y grabaciones de audio de los Powstańcy (los miembros del levantamiento).
Es un museo muy interactivo que cuenta una historia de heroísmo y resistencia protagonizada por los ciudadanos que "preferían la muerte a vivir de rodillas". Cierra los ojos y escucha atentamente. ¿Escuchas como el corazón late a través de sus muros? En cada planta hay un muro que, al tocarlo, podrás sentir sus latidos. No se trata solo de las historias que cuenta, sino del interesante diseño en el que se presenta el concepto y que, seguramente, logrará captar tu atención. Para más información sobre cómo conseguir entradas, visita el Levantamiento.
Puerta principal de acceso al museo (fotografía: Klaudia Czerwińska)
La torre del museo (¡en la cima hay un mirador!) con un símbolo, "Polska Walcząca" (Polonia luchadora) (fotografía: Klaudia Czerwińska)
2. Centro Copérnico de la Ciencia, frena el Sol y mueve la Tierra
Este no es uno de esos museos donde podrás encontrar un montón de obras que no podrás tocar. No importa la edad que tengas para poder pasártelo pipa en este museo, tanto niños como adultos podrán disfrutar y aprender de la ciencia gracias a las obras interactivas. ¡Que no te engañen, aquí no te vas a aburrir ni por un solo segundo! El objetivo del museo es despertar el interés y la imaginación de sus visitantes, puesto que como todos ya sabemos, no hay mejor forma que aprender que a través de la experiencia.
Cuando entres podrás elegir entre exposiciones, laboratorios, talleres, proyectos especiales y las proyecciones del planetarium en un espacio especialmente diseñado para proveer de la experiencia más auténtica posible. En el caso de que no te gusten los niños en los museos, existe una opción de visita nocturna bastante más tranquila. Además. el Centro Copérnico se encuentra junto al río Vistula, por lo que antes o después de la visita, podrás disfrutar de una bebida o de algo para picar en uno de los barcos que están a unos pocos pasos del bulevar. Si quieres más información, visita su página web.
Acceso principal al centro (fotografía: Klaudia Czerwińska)
Hay muchas zonas verdes para relajarse alrededor de la instalación (fotografía: Klaudia Czerwińska)
3. POLIN, el museo de los judíos polacos
No cabe duda de que el museo POLIN es una gran forma de conocer y comprender mejor la cultura y la sociedad de Polonia antes de la guerra. Este país era el hogar del mayor número de judíos de Europa. Después de las atrocidades sucedidas durante la Segunda Guerra Mundial, la población judía fue prácticamente exterminada, pero no obstante y aún a día de hoy, estos terribles actos permanecen en la memoria de los judíos polacos y es por eso por lo que POLIN les rinde su homenaje.
Este museo promueve la historia de los judíos polacos, sus tradiciones, logros, penurias y tragedias. En el 2017, el museo POLIN recibió el prestigioso premio, Europa Nostra galardonado a instituciones que promueven el diálogo, la educación y la concienciación de la sociedad. Aparte de sus maravillosas exposiciones, encontrarás una arquitectura de lo más interesante.
Reconstrucción del interior de la sinagoga Gwoźdźiec, Museo POLIN (fotografía: Pxhere)
4. Museo de Fryderyk Chopin, su música ensalzará tu espíritu y desgarrará el corazón
Fryderyk Chopin fue sin ninguna duda uno de los músicos más importantes de todos los tiempos y los polacos están orgullosos de ello. La virtuosidad, técnica y habilidad que conmovieron a millones de personas del mundo tienen su homenaje en este museo situado en el palacio de Gniński de la calle Tamka. Este museo cuenta con una colección de pertenencias, instrumentos y recuerdos de la vida de Chopin.
Este viaje al pasado no te dejará indiferente, su contenido se muestra mediante ingeniosas tecnologías. Es un museo para los sentidos que atrae, no solo a los niños, sino también a adultos. Si eres un amante de la música clásica y quieres descubrir más sobre el mayor músico de Polonia, este es tu sitio (Además: El palacio se encuentra entre la Ruta Real y el distrito junto a la ribera de Powiśle, ¡por lo que ya tienes qué hacer después de terminar tu visita por el museo!)
Castillo de Ostrogskich, edificio en el que se encuentra el museo, calle Tamka (fotografía: Klaudia Czerwińska)
5. Museo Nacional de Varsovia, conoce a los maestros polacos
En el n.º 3 de la calle Aleje Jerozolimskie, junto al puente Poniatowski y el Camino Real podemos encontrar el Muzeum Narodowe, una gema a menudo ignorada. Este es uno de los museos de arte más antiguos del país, cuenta con 830 000 obras traídas de Polonia y otros lugares del mundo entre las que se incluyen pinturas, esculturas, cuadros y fotografías.
Este es el lugar perfecto si quieres contemplar pinturas y trabajos como "la batalla de Grunwald" (también conocida como la batalla de Tannenberg) de algunos de los artistas más influyentes de Polonia como Jan Matejko, Jacek Malczewski, Maksymilian Gierymski, Henryk Siemiradzki y Stanisław Wyspiański. Es un museo tranquilo pero sede de algunas de las obras más importantes de Polonia. Para descubrir más información, visita su página oficial.
La entrada al Museo Nacional de Varsovia (fotografía: Klaudia Czerwińska)
La cafetería del patio del museo (fotografía: Klaudia Czerwińska)
6. Museo Etnográfico, descubre la cultura
¡Uno de los museos etnográficos más antiguos (datado de 1888) de Polonia y seguramente uno de los más grandes de Europa! Te recomiendo que te pases por el n.º 1 de la calle Kredytowa, dónde encontrarás los diseños, colores y tradiciones de Polonia. Este museo no solo sirve para dar una vuelta por las exposiciones, sino que cada cierto tiempo celebra talleres de manualidades.
El país cuenta con una gran diversidad en términos de abundancia y diseño, y es que cada vez que viajo por mi país, me sorprende la cantidad de inspiración que cada región toma prestada de la naturaleza. ¡Este es el lugar perfecto para visitar si quieres adentrarte en las raíces de la cultura polaca sin tener que viajar por todo el país! Puedes encontrar más información aquí.
El edificio del museo en la calle Kredytowa (fotografía: Klaudia Czerwińska)
7. El Museo del Neón, deslúmbrate por los colores
¡Este es seguramente uno de los más coloridos de Varsovia! Desde la década de 1910, Varsovia comenzó a utilizar señales de neón en sus anuncios publicitarios. Año a año, la colección fue creciendo hasta que estalló la guerra y el levantamiento terminó destruyendo todos los neones de Varsovia. Sin embargo, los neones volvieron a ponerse de moda y Varsovia volvió una vez más a iluminarse de esta forma tan creativa. Puedes descubrir más información pinchando aquí.
El museo es un almacén restaurado y alberga neones originales rescatados de todas partes de la ciudad. El resultado es un pintoresco mosaico con luces de todos los colores y aunque el museo no sea muy grande, es una experiencia realmente divertida. Al menos para mí, un varsoviano de tomo y lomo, esto me trae recuerdos de mi niñez, cuando los neones todavía colmaban las calles de los 90. ¿Te apetece sacar unas buenas fotos y vivir una experiencia memorable? Pues no te arrepentirás de venir y hacer una visita.
Neones del Museo del Neón en el distrito de Praga, Varsovia (fotografías: Klaudia Czerwińska)
8. Museo de Casas de Muñecas, un paseo a la nostalgia
La primera vez que visité este museo fue cuando un amigo vino a visitarme desde Singapur. Debido a que no soy muy fan de la zona del Palacio de la Ciencia y la Cultura, nunca habría imaginado la joyita que se escondía allí. Es, tal y como su nombre indica, un museo repleto de preciosas muñecas que cuentan la historia de la evolución de los juegos de niños durante los siglos. Pero no te confundas, pues no es un museo "solo para niños", ya que como persona adulta que soy, me lo pasé pipa y se me pusieron los pelos de punta con todas esas pequeñas obras de arte (mucho más que con cualquier otra cosa que haya visto últimamente).
El acceso al recinto se realiza a través de una puerta secreta (un gran detalle) y al entrar puedes ver algunas de las mejores casitas de muñecas. Estas preciosidades no tienen nada que ver con las que se encuentran en las tiendas de juguetes de hoy en día. Merece la pena parar y apreciar la cantidad de amor y dedicación que lleva cada una de las muñecas. Para más información, visita su página web, ¡espero que lo disfrutes!
Exposición en el Museo de Casas de Muñecas (fotografía: Klaudia Czerwińska)
9. Galería de arte Zachęta, una nueva mirada a las viejas costumbres
Todo amante del arte contemporáneo debería hacer una visita por la galería Zachęta. Este precioso edificio, contiene algunas de las mejores exposiciones de arte contemporáneo y es el responsable de la selección y patrocinio del pabellón de Polonia para el Bienal de Venecia de arte y arquitectura. Durante años, ha acogido exposiciones de artistas como Paweł Althamer, Marlene Dumas, Luca Tuymans, Jana Lebenstein, Zbigniew Liber, Tadeusz Kantor, Yayoi Kusama, Daniel Libeskind o Alina Szapocznikow.
En un mapa hipotético del arte de Varsovia, esta sería una clara visita obligada.
Portada de la galería Zachęta (fotografía: Klaudia Czerwińska)
10. Museo del Parque Real Łazienki, un atisbo de la época dorada
¡Puede que este sea, probablemente, uno de mis lugares favoritos! Una persona muy querida mía dijo una vez, "el jardín parece salido de La leyenda del Rey Arturo, es un lugar mágico". He de decir que tiene razón, no solo porque sea el mayor jardín y mejor cuidado de Varsovia, sino porque también se trata del hogar del "palacio flotante".
El complejo de preciosos edificios junto con la mansión principal, constituían el hogar del último rey de Polonia, Stanisław August Poniatowski. Era un lugar para reuniones, conciertos, funciones y asuntos importantes. Hoy en día, los fantásticos interiores del palacio del Belvedere (dónde se encuentra uno de los mejores restaurantes de Varsovia), el Teatro Real, la Pomarańczarnia (la Antigua Orangerie), la Pequeña Casa Blanca, el Palacio Myśliwiecki y el anfiteatro, están todos situados dentro del parque y abiertos al público. ¡En los día más soleados, te recomiendo mucho que visites Łazienki!
Cautivador en toda su gloria - el Palacio Łazienki (fotografía: Pxhere)