Las cosas están cambiando; no sabemos si vamos hacia la utopía o hacia el desastre, pero el caso es que están cambiando. Estoy pensando en la vida en las ciudades. Hoy es más fácil que nunca moverse y vivir en casi cualquier ciudad de Europa y, sin embargo, moverse dentro de esas ciudades se puede convertir a veces en una verdadera pesadilla.
La gente está un poco hasta las narices ante la perspectiva de vivir a lo Blade Runner. Vale que las ciudades son grandes, y cada vez más, pero eso no tiene por qué convertirlas en inhabitables; no hay más que ver la reciente Ordenanza de Movilidad Sostenible de Madrid, en la línea de lo que ocurre en muchas otras ciudades europeas.
Y es que el transporte es, aparte de la vivienda y los espacios verdes, el elemento clave para hacer una ciudad más agradable a sus habitantes. De ahí la atención que ciudadanos y gobiernos están dando a las nuevas formas de moverse por las ciudades; toda una revolución del transporte que ya está en marcha y no tiene pinta de detenerse.
Limitaciones al transporte privado más contaminante, promoción del transporte público, zonas restringidas, intercambiadores, park & ride, y sobre todo nuevos medios de transporte ¿Conoces los medios de transporte urbanos emergentes? ¡Pues deberías, porque cuando menos de lo esperes te verás subido en uno de ellos! No te agobies, que aquí te los presentamos.
Transportes públicos de nueva generación
No nos equivocaremos si predecimos que el transporte público se dirige hacia una nueva era dorada. Simplemente, hay demasiados coches en nuestras ciudades, y hay que optar por otras fórmulas. Desde Spotahome ya te hemos hablado alguna vez del caso de Madrid, Barcelona y Londres. Pero eso es el triste presente; ¿qué hay del futuro?
Pues vas a flipar. No, no veremos los coches voladores que nos prometieron, amigos de la generación X (al menos, no de momento); y seguirá habiendo trenes, metros y autobuses (aunque bastante distintos a los que usamos ahora a diario). Pero los avances tecnológicos nos permiten ensoñaciones que no se veían desde la aparición del tren y el automóvil.
¿Esperando por el futuro?
Buena parte de los cambios en el transporte tendrán que ver con una optimización del sistema que tenemos hoy: que si sistemas de flujo inteligentes, que si logística no tripulada on demand, que si infraestructuras interactivas y configurables… todo eso. Cosas de la DLT, el machine learning y el IoT.
Lo que sí está a la vuelta de la esquina son los transportes públicos individuales; o sea, que es público, pero no colectivo. Ya hay algunas de estas cápsulas en Heathrow. Las estrellas serán los vehículos automatizados (que requieren cierta infraestructura específica, desde raíles hasta dispositivos electrónicos) y los vehículos autónomos (sin conductor).
No obstante, esto no es la mejor solución, al modo de ver de muchos. Si bien agilizan el tráfico y son en general menos contaminantes que los medios de transporte actuales, pero no ahorran demasiado espacio, obligan a importantes gastos en infraestructuras y añaden el desafío de la gestión tecnológica de datos. Al final, es sustituir los coches y los trenes por otros más listos.
Otra forma de moverte por la ciudad
En realidad, una nueva forma de movilidad urbana pasa por un cambio de mentalidad. Claro que es más fácil de decir que de hacer, porque somos como somos y vivimos como vivimos, y no es fácil cambiarlo. Filosofías aparte, a lo mejor no hay que tirar como locos de tecnología para encontrar la solución.
¿Qué pasa con la bici? Un clásico que nunca pasa de moda. Ligera, versátil, silenciosa, fácil de guardar y transportar, y además estupenda para hacer ejercicio. La única contaminación que genera es el olorcillo de tus sobacos; mucho mejor que el CO2 que sale de cualquier motor de combustión. Así es su presente en Madrid, Barcelona o Sevilla; en el futuro tomará las calles. Y si no, al tiempo.
Vete acostumbrándote...
El principal problema de la bici es cuando llega la hora de recorrer largas distancias y en los casos de las personas de movilidad reducida. Se soluciona con los sistemas híbridos que incorporan un motor eléctrico, y en general con los vehículos eléctricos, desde el patinete al coche. Probablemente haya llegado la edad de oro de la mochillo.
Otra opción la tenemos en los medios de transporte personal llamados (de forma más apropiada, me parece) “máquinas auto-equilibradas”. O sea, el segway y similares. Desde su aparición se han hecho tremendamente populares, a pesar de las dificultades de convivencia que han tenido tanto con los vehículos a motor como con los peatones. Cuando ya no haya petróleo, hablaremos.
Resumiendo: el transporte público inteligente tanto colectivo como individual, los vehículos eléctricos, la familia del segway y la bicicleta son los medios de transporte urbanos que florecerán en las próximas décadas. Sin olvidarnos del coche de San Fernando, por supuesto, que sigue siendo la forma más sencilla y fiable de ir a cualquier parte.