La entrada del verano se está haciendo esperar en Madrid. A estas alturas de junio, ya tendríamos que estar en plena ola de calor y compartiendo trucos sobre qué hacemos para poder dormir por las noches. A mí, algo que me encanta hacer es tomarme un buen helado. Gracias al frío del helado, consigo que me baje la temperatura del cuerpo. O eso siento. El caso es que con la larga temporada de lluvias no he ido aún a mis heladerías fetiche. Hoy luce el sol, así que espero esta noche ir a degustar un buen helado, no por el calor, sino por mero mono y pasión heladera...
A continuación te dejo cinco heladerías de Madrid, ideales para estos días en los que por fin se ha instaurado el buen tiempo y para suavizar el duro y caluroso verano que nos espera.
1. Mistura
En esta heladería, los sabores de los helados, los recipientes y la decoración están cuidados al detalle y sin artificios. Maderas, material reciclado, tés orgánicos, leche de una vaquería de las afueras de Madrid, fruta fresca... En Mistura aseguran que sus helados son artesanales. Algo que me gusta es que cada helado es diferente. Pides el sabor y añades un topping (yo suelo incluir nueces de macadamia) y la mezcla final se realiza poco a poco sobre una plancha de granito helada. Con dos espátulas, la van fusionando hasta poner la deliciosa mezcla final en un recipiente 100% material reciclado.
Ya hay tres Misturas en Madrid, en Goya, en la Plaza Mayor y en Augusto Figueroa.
2. Freddo Freddo
Esta heladería italiana lleva en Madrid desde 1970. El toque vintage lo sigue teniendo, nada más ver su logo, te das cuenta del tiempo que lleva este local sirviendo helados a los madrileños... Lo bueno es que tiene mesitas alrededor del amplio y acristalado local, en las que resulta muy agradable sentarse a tomar el helado por la noche. Buena textura y sabor, la mítica heladería Freddo Freddo está en Padre Damián, 15, aunque recientemente han abierto otro local en la Calle Mayor, 53 y en la Calle Costa Rica, 28. Sin duda recomiendo el de Padre Damián.
3. Rocambolesc
En la heladería del gran Jordi Roca, me siento súper identificada con su motto: "No hay amor más sincero que el amor por los helados". Como ya os habréis dado cuenta, amo los helados y en Rocambolesc están buenísimos. Se nota la pasión, porque en cada bola hay algo más que un sabor y la tarrina se hace de lo más entretenida. El sabor, la textura, no es monótona. En Madrid, Rocambolesc tiene un "carrito de helados" en la 7ª planta del Corte-Inglés de Serrano, 52. Para más información, consulta su web.
4. Los Alpes
Es la heladería con más historia de Madrid. Este negocio puramente familiar llegó a la vida de los madrileños en 1950 y con ocho sabores de helados. Ahora hay un sinfín de opciones, pero no olvidan los sabores de toda la vida como el "Bombón Los Alpes", Nata con piñones, horchata... Recientemente han hecho obras para poner el local a punto. Se encuentra en la calle Arcipreste de Hita, 6. Pincha aquí si necesitas más datos.
5.La Pecera
Llegamos a la heladería reina de Instagram. Desde que se instauró en Malasaña no hay quien se resista a tomarse un helado sin subir una foto a las redes sociales. La Pecera ha traído desde Japón el concepto de los helados en taiyaki, por lo que la base deja de ser un cucurucho y se convierte en un pez bollo. Merece la pena probar esta experiencia gastronómica. La Pecera se halla en la Calle Velarde, 2 y abre de 15:00 a 21:00.