Las ciudades a veces esconden cierto tipo de belleza que es inapreciable a ras del suelo. Por eso, arquitectos y constructores de todas las épocas han desafiado a las alturas para, por motivos religiosos, urbanísticos o estéticos, acercarse un poco más al cielo. La consecuencia: vistas y panorámicas como una de las mejores formas de contemplar las ciudades. Hoy en Spotahome te hablamos de nuestras favoritas.

1. En Lisboa, Portugal

Hace unos meses te robamos un poco de tu tiempo para hablarte sobre Lisboa desde las alturas. Y hoy lo volvemos a hacer. Quien haya pisado la capital lusa sabe que el mejor de sus encantos se airea desde cualquiera de los miradores que pueblan la ciudad. Si de todos ellos nos tuviéramos que quedar con uno, ese sería el mirador das Portas do Sol, en el barrio de Alfama, y las razones son muchas: por sus bares, por su vida constante y por la gente que sale a recibir al sol con guitarra en mano. Bueno, y no nos vamos a engañar: también por este apartamento que te hemos buscado en Alfama y cuyas vistas dan la talla de miradouro.

Vistas desde Lisboa, Portugal


2. En París, Francia

Si de algo no tenemos miedo es de pecar de clásicos. París, una experiencia en sí misma, es una de las mejores ciudades europeas para disfrutar de sus vistas. En la capital francesa, donde son bastante respetuosos con la vista limpia del cielo, no quieren muchos edificios altos y rascacielos, por lo que la prominencia de la Torre Eiffel sobre el horizonte de París sobrevivirá a los años, quién sabe si siglos. Una de las panorámicas más populares de la ciudad la podrás conseguir en la Torre Montparnasse, desde donde podrás cotejar al detalle toda la ciudad, pero si nos tenemos que quedar con una esta será la de las Galerías Printemps, en el bulevar Haussmann, donde no podrás ver todo París, pero sí lo más bello de París. Te lo prometemos: apuesta segura.

Torre Eiffel, París, Francia


3. En Florencia, Italia

Antes de clicar, seguro que a mucha gente se le vienen las mismas imágenes de Florencia a la cabeza. Desde luego, la niña bonita del Renacimiento no podía quedarse atrás. La panorámica clásica la tendrás en la Piazzale Michelangelo, desde donde conseguirás la postal completa de Florencia, Ponte Vecchio y Santa María del Fiore incluidos. Sin embargo, es en esta última catedral donde Florencia concentra toda su belleza: desde el campanario de Giotto, con 85 metros de altura, tendrás no sólo acceso a una vista privilegiada de la ciudad, sino también de la propia catedral y de la cúpula de Brunelleschi, summum de la belleza renacentista. Y este piso no es un Caravaggio, pero no nos podrás negar lo bonito que es.

Salón, piso en Florencia, Italia

4. En Atenas, Grecia

Si nos ponemos a hablar de clásicos, qué te vamos a contar de Grecia que no sepas. La Acrópolis, que literalmente significa “ciudad alta”, se impone en Atenas ante la mirada de cualquier ciudadano o turista. Con casi 300 metros de altura, el monte Licabeto es uno de los mejores lugares desde el que contemplar la ciudad antigua. Sin duda, es una de las vistas más imponentes de toda Europa, porque básicamente es mirar de cara a cara a la historia. Sobre esto ya te contamos un poco hace tiempo en nuestro blog, para que no te pierdas nada si entre tus planes está pisar la capital griega.

Acrópolis, Atenas, Grecia



5. En Lisse, Holanda

Ni rosas ni claveles ni violetas. Nuestras flores favoritas son los tulipanes (al menos durante el día de hoy). Y si hablamos de tulipanes, no es posible no hablar de Lisse, una pequeña ciudad de la provincia de Holanda Meridional. En primavera, durante las épocas de mayor floración, Lisse, y en concreto los jardines de Keukenhof, se llena de miles de turistas que quieren disfrutar del espectáculo de color que ofrecen los millones de tulipanes que recorren sus campos. Como no todo van a ser edificios y catedrales, aquí no hacen falta alturas para contemplar una de las panorámicas más bonitas que Europa puede ofrecerte.

Campo de amapolas, Lisse, Holanda