Vivir en Francia es una experiencia maravillosa que debes vivir si tienes la oportunidad, al menos durante una temporada. Por esa razón, queremos proporcionarte unas pequeñas pinceladas sobre las ciudades más adecuadas para instalarte.
París, la Ciudad de la Luz a tus pies
Reconócelo. Seguro que alguna vez te has visto paseando por esas pendientes de Montmartre o tomando algo en una de esas cafeterías con encanto que abundan en sus plazas. Es la cuna de la bohemia y sigue haciendo gala de eso.
En la Ciudad de la Luz, vas a encontrar todas las infraestructuras y equipamientos de última generación que puedas necesitar. Es una de las capitales con mayor nivel de vida del mundo. Además, su historia y su vida cultural es intensa y prolífica. Tienes la posibilidad de visitar infinidad de museos, monumentos y teatros. Por tanto, te garantizamos que no te aburrirás.
En cuanto a las posibilidades laborales, es fundamental que domines el francés para aspirar a mejores puestos y pagas. Existe mucha demanda en hostelería y turismo. Sin embargo, también la hay en tecnología e informática, finanzas, medicina, etc.
Sin embargo, debes de tener en cuenta otros aspectos menos favorables. Es una ciudad bastante cara y los alquileres en París no son fáciles de encontrar ni tampoco baratos. Además, te suelen pedir mucho papeleo para formalizar los contratos. Por otro lado, al igual que ocurre en otras capitales, no escapa del fenómeno de la gentrificación, encareciendo aún más los costes.
Otras ciudades francesas con encanto para vivir
Aunque si te vas a Francia es imperativo conocer París, es cierto que no tienes por qué irte a vivir a la capital. Hay otras ciudades maravillosas con grandes posibilidades donde te alejas del bullicio de la gran urbe. Te hablamos de algunas de ellas.
Lille, la ciudad joven de Francia
No en vano, el 40 % de su población es estudiante, con un alto porcentaje de extranjeros. Por esta razón, predomina el ambiente joven y está marcada por un profundo dinamismo. Esto le proporciona características cosmopolitas y de multiculturalidad. Sin embargo, tienes que acostumbrarte a las pocas horas de sol y a las constantes amenazas de lluvia.
El idioma oficial es el francés, aunque también hay muchas personas que hablan flamenco. No puedes perderte su casco antiguo y aprender la historia de la ciudad, muy vinculada a las dos guerras mundiales. También merece la pena conocer su cocina.
Al tener el fuerte componente estudiantil, lo más habitual es compartir piso en Lille. Aunque trabajes, nunca viene mal repartir los gastos y conocer a otras personas.
Lyon, una ciudad más humana
Confesamos que es una de nuestras favoritas porque el factor humano es el protagonista. Muchas personas la consideran una de las mejores ciudades para vivir, y estamos completamente de acuerdo.
Su nivel de vida no solo es asequible, sino que podrás alquilar un acogedor estudio en Lyon sin grandes dificultades. Cuenta con el parque urbano más grande de Europa y pasear por los muelles del Ródano y del Saona es un placer que no te puedes perder.
Además, ocupa una ubicación privilegiada, ya que te permite visitar maravillosos lugares con encanto sin perder mucho tiempo de viaje. Nos referimos a la Auvernia, la Provenza y sus campos de lavanda o la Borgoña.
Marsella: la ciudad foceana, puerta de la Provenza
Es la segunda ciudad más grande de Francia y, tal vez, la más antigua. Posee el puerto más importante del país y son muchas las empresas grandes y pequeñas que han crecido en su entorno. Sin embargo, es uno de los pocos motores generadores de riqueza que tiene junto con el turismo. Cuenta con una de las tasas más elevadas de desempleo y te aconsejamos que solo te decidas a ir allí si ya tienes trabajo. Salvo que cuentes con importantes apoyos locales, puede ser complicado encontrar empleo.
La razón es que gran parte de la inmigración la escoge para asentarse y la oferta de mano de obra excede a la demanda. No deja de ser sorprendente porque no es una ciudad barata para vivir. No obstante, es una villa que ha sabido conservar su originalidad y autenticidad. Por otra parte, goza de un clima envidiable que favorece la práctica de actividades al aire libre.
También es cierto que el índice de criminalidad es un poco más alto que en otras partes, pero eso no la convierte en una ciudad insegura. Verás que hay mucha policía por todas partes y se define más por su tranquilidad.
Así que si estás decidido a buscar un alquiler en Marsella para una larga temporada, tienes varias opciones a elegir. Puedes optar por un apartamento completo o compartir piso.
Niza, una joya en el Mediterráneo
Imagina una preciosa y antigua ciudad entre Mónaco y Cannes, y entre el mar y los Alpes, con la elegancia del pasado, pero siempre mirando al futuro. También a lo largo de la historia estuvo unas veces en Italia y otras en Francia. La cuestión es que, tal vez, como consecuencia de estar en las encrucijadas, hoy es lo que es: una ciudad abierta y alegre donde todo el mundo es bien recibido. También lo nota su gastronomía, resultado de la fusión de sus raíces italianas y francesas, y la música. ¿Por qué será que es la capital del smooth jazz?
Los contrastes de colores forman parte de su existencia. Los mismos que inspiraron a Matisse o a Chagall. Las grandes playas y su clima benévolo la han convertido durante generaciones en destino favorito de la burguesía adinerada.
La arquitectura es protagonista de la ciudad y estamos seguros de que te va a impresionar, mientras paseas por sus calles adoquinadas. Vivir en un bonito apartamento en Niza es lo más natural. No parece posible diseñar allí algo feo que desentone.
Como puedes ver dispones de maravillosos enclaves donde pasar una bonita temporada en Francia. Ya te decimos que será difícil que te aburras y la experiencia será inolvidable. La diversidad de paisajes, su enorme riqueza cultural y gastronómica, su legado histórico y sus gentes harán que tu estancia sea fantástica.