Good Neighbor Day: Las 5 Leyes del Vecino Ideal
Aquí estamos, celebrando otro de esos días internacionales que… Pero bueno, ¿nadie cree que nos estamos pasando? Veo que sí, menos mal. Personalmente me resultan detestables. ¿Se puede saber quién crea estos días? Parece ser que la ONU y otros “organismos internacionales”. Lo de este en concreto me lo voy a mirar…
Premio. Gracias, señor de la Wikipedia. El Good Neighbor Day (que se celebra el 28 de septiembre, por cierto) se lo sacó de la manga una tal Becky Mattson, de Montana (EE.UU.), a principios de los setenta. Consiste básicamente en hacer algo agradable por un vecino sin esperar nada a cambio. Eran años muy locos y las drogas corrían a raudales, incluso en la remota Montana, por lo que se ve. Sea como fuere, hacer una acción bonita por vecino no está demás que para eso vivimos en comunidad y nos gusta que nuestros vecinos nos quieran.
Haz una buena acción vecinal y twitéalo en #GoodNeighborDay
En el año 1978, el presidente Jimmy Carter (el presidente estadounidense más buenrollero hasta Obama) lo señaló como día a celebrar en todo el país (aunque no festivo). O sea, que ni siquiera es un día mundial o internacional de esos, es una cosa de los yankees… En fin, como buena colonia que somos habrá que adaptarse (como hacemos con Halloween) y celebrar el Día del Buen Vecino.
Además, el tema nos viene bien, ya que más o menos todos tenemos vecinos, y el caso es que no estaría mal mejorar las relaciones “intravecindarios”; no por nada las series de vecinos que se hacen barrabasadas mil triunfan en la pequeña pantalla. ¿Imaginas un mundo sometido a las 'Cinco Leyes Básicas del Vecino Ideal'? Ni cortos ni perezosos, aquí van nuestras ideas (que no se diga que no proponemos cosas).
5 Leyes Básicas del Vecino Ideal según Spotahome, claro está:
Saluda (la norma más básica de cualquier relación vecinal). Por lo menos con la cabeza. Sí, al vecino siniestro también. Sí, incluso si ves a un mismo vecino siete veces al día, más vale pasarse.
No montes fiestas salvajes a deshora (a deshora para los demás, se entiende) ni frías sardinas en el patio común. O, si lo haces, por lo menos invita, canalla, así todos podrán disfrutar de tu sarao.
Sujeta el ascensor cuando venga un vecino, no pongas la cara esa de “lo siento amigo, no puedo hacer nada…” Y por favor, por lo que más quieras, NO hables del tiempo.
Presta sal o cualquier otro condimento culinario cuando te lo vengan a pedir. Nunca se sabe cuándo llegará un@ vecin@ buenorr@ al bloque y conviene crearse buena fama.
Ayuda a las personas mayores de tu vecindario con las bolsas de la compra y similares. En estos tiempos hay muchos abuelos solitarios, nunca se sabe lo que te puede caer. ¿Alguna vez te has planteado que ellos pueden ser unos compañeros de piso ideales?
Como ves, no sería tanta tontería importar el Día del Buen Vecino (Good Neighbor Day) y celebrarlo, mal no nos vendría, desde luego. Aunque, como siempre se dice en estas ocasiones, estas cosas hay que celebrarlas a diario, no un día al año. Mira, ya tienes conversación-topicazo para el ascensor esta semana con tus vecinos… ¡De nada, a disfrutarla!