Carne o pescado, pelo o pluma, la espalda o atrás… La vida está llena de elecciones, y elegir un destino Erasmus es otra más que tienes que hacer si decides estudiar un año fuera. Portugal es un destino estupendo, pero… ¿qué ciudad elegir? Queremos echarte una mano contándote las principales diferencias, virtudes y defectos de las dos principales ciudades portuguesas: Lisboa y Oporto, Oporto y Lisboa.

DISCLAIMER: la perspectiva que cada cual tiene de una ciudad, la mía incluida, depende de sus propias vivencias...

Por si no las conoces de nada, te las presentamos: Lisboa es la capital, la melancólica, la decadente; Oporto es la aspirante, la trabajadora, la competitiva. En realidad, tienen mucho en común: dos ciudades de urbanismo encaramado y retorcido, económicamente asequibles, llena de rincones encantadores y donde la vida es sencilla y agradable. Pero claro, como en todas partes hay diferencias, sutiles para los forasteros pero evidentes para los nativos…

Alfacinhas vs tripeiros, Benfica vs Oporto, Sagres vs SuperBock

Vas a estudiar, ¿no? Puede que la elección de la universidad sea lo más importante, pero el caso es que ambas tienen grandes universidades y una importante y activa colonia estudiantil. Infórmate acerca de qué universidades son más prestigiosas en tu área de estudios, quizás eso sirva para decidirte. O no.

El clima puede marcar una diferencia importante. Lisboa tiene un clima envidiable, tirando a cálido (incluso demasiado en verano). Los inviernos de Oporto son muy lluviosos y grises, pero los veranos son suaves. Se refleja en su aspecto general, más sólida y oscura Oporto y más leve y destartalada Lisboa. En ambos casos la humedad es importante, y quizás en Lisboa la contaminación se note un poco más, a pesar del aspecto postindustrial de algunas zonas de Oporto.

La comida es otro importante factor para decidir, aunque personalmente no sabría si quedarme con las tripas à moda y la franzesinha de Oporto o con los ovos verdes y las iscas de Lisboa. En Oporto seguramente es más contundente, y en Lisboa no echarás de menos las tapas. Por el bacalao no te preocupes, que hay en todas partes.

¿Qué hay de los atractivos culturales de la ciudad? Hombre, Lisboa no deja de ser la capital, y tiene un deje cosmopolita difícil de igualar, pero Oporto está entre las ciudades más alternativas y trendies de Europa, hoy por hoy. Ambas tienen su buena colección de monumentos; probablemente el patrimonio lisboeta sea mayor, pero Alfama, Baixa y Bairro Alto tienen, no obstante, una dura competencia en Massarelos y la Ribeira portuenses.

Belem vs Nata, Tajo vs Duero, tropicales vs celtas

Sin ser ninguna de las dos una ciudad difícil de gestionar desde el punto de vista de su tamaño, Oporto es más compacta, y tiene menos problemas de tráfico. En ambas los alquileres están al alza (a la baja ya sería imposible), pero en Lisboa son algo más caros, claro; para algo es la capital…

En cuanto al ocio nocturno (lo hemos dejado casi para el final para que no se note que es lo que más nos interesa), la cosa también está reñida. En ambas ciudades hay mucha y variada fiesta. La de Oporto está cobrando claramente la delantera con lugares tan animados como las Galerias de Paris, pero las fiestas estudiantiles del Bairro Alto son difíciles de batir.

Bueno, ¿y qué hay en los alrededores? De nuevo, eso no nos hará más fácil decidir. Si Lisboa cuenta con Sintra, Cascais y Estoril como brillantes escuderos, Gaia, la ribera del Duero y Vila Nova do Conde son atractivos cercanos a Oporto menos rancios y turistizados. Ambas pueden fardar de estupendas playas en las cercanías, tanto urbanas como más salvajes.

Seguramente todo esto no te haya servido de mucho para decidir… Es que se me nota que me encantan las dos, ¿verdad? Bueno, míralo por el lado positivo: decidas lo que decidas, la elección será buena. Además, están a unos 350 kilómetros, así que hagas lo que hagas siempre puedes ir a darte una vuelta por la eterna rival con cierta facilidad. O irte a Coimbra, y punto.

Puedes comentarnos aquí abajo si prefieres Oporto o Lisboa, y por qué.