Vuelve el mundial de fútbol. Este año se celebra en Rusia, empieza el 14 de junio y la final se jugará en Moscú el 15 de julio. Por suerte, todos los partidos se televisan en abierto. Los de la selección española y los más importantes en Telecinco, los demás en Cuatro. Por lo que podremos ver los encuentros en lugares cerrados, terrazas y (esperemos) pantallas gigantes en las plazas de una ciudad tan futbolera como Madrid.
Durante esas cuatro semanas de competición se producen numerosas conversiones a esa religión que es el fútbol, sobre todo si nuestra selección consigue progresar en el campeonato. Aparecerán (más) banderas en los balcones y algunos hasta pasearán con la camiseta de la selección. Otros se maquillarán de rojo y amarillo para sentirse partícipes de ese esfuerzo colectivo, catártico y unificador. Y seguramente habrá debate nacional sobre el estilismo de Sergio Ramos.
Lo bueno del fútbol es que tiene un componente del azar muy importante. A la euforia de ganar el mundial de Suráfrica en 2010, siguió la debacle de Brasil 2014, cuando la selección española fue apeada a las primeras de cambio. Pero si nuestra selección progresa veremos cómo se incorporan más y más adeptos, se limarán asperezas y compartiremos entusiasmo y optimismo en el día a día. Olvidaremos por un rato los grandes debates políticos del momento.
En Madrid ya hay muchos lugares consagrados a la retransmisión de partidos donde se congregan los fieles. El éxito refuerza y alimenta la afición. En el último mes, el Real Madrid volvió a coronarse campeón de la Champions (por tercer año consecutivo) y el Atlético también ha ganado la Europa League. Además de estos equipos punteros, tenemos el Leganés, el Getafe y el año próximo el Rayo Vallecano en Primera división. Todo un caldo de cultivo para que las aficiones se congreguen en esos pequeños templos de barrio. Madrid es sin duda una de las capitales del fútbol, por lo que el ambiente del Mundial será increíble.
Dada la crudeza del invierno madrileño, las parroquias futboleras con más solera son de interior. Cualquiera de los pubs irlandeses nos proporciona un buen púlpito para animar y jalear sin complejos mientras degustamos una pinta de Guinness o una lager.
Tanto el O'Neil's Irish Pub (Sol) como el The Irish Rover (Avda. Brasil) se abarrotan en las grandes citas con aficionados que siguen los oficios balonpédicos en sus múltiples pantallas. Otros templos para la feligresía son el Hard Rock (Castellana) o el Fiat café (Concha Espina).
En cualquiera de los Penalti Lounge Bar (Moncloa, Reina Victoria) podemos celebrar con más pompa y circunstancia, reservando mesa online y disfrutando de un menú futbolero. Para la pasada Champions de mayo incluía (por 20 euros), barra libre de cerveza, vino o sangría, picoteo y un chupito.
Con clara persuasión madridista están el Bar Toñín el Torero Local (Vallecas) y el Real Café Bernabeu en su mismo estadio.
Otros bares menos conocidos pero con adeptos apasionados los encontraremos entrando en la web de la cervecera Mahou. Accederemos a un mapa interactivo de todos los bares de la ciudad en los que podemos asistir al fútbol en pantalla saboreando la principal cerveza local acompañada de buenas tapas.
En 2018, llevamos una primavera más fría y lluviosa de lo normal. Los meteorólogos pronostican que continuará así al menos hasta finales de junio. No obstante, si el tiempo lo permite resulta muy agradable ver el fútbol en cualquier terraza disfrutando de la noche madrileña.
Por el momento, tanto el Ayuntamiento (por razones de seguridad) como los patrocinadores (por retorno de la inversión) dudan de instalar pantallas gigantes. Esto podría cambiar si España se clasifica para las eliminatorias y entonces cada partido tendrá mucha más transcendencia y emoción. En el pasado hemos tenido pantallas gigantes a las que han acudido miles de seguidores en el parking del Bernabéu y en Colón.
Los partidos de la fase clasificatoria de España son (todos a las 20h):
15 junio con Portugal
20 junio con Irán
25 junio con Marruecos
Los partidos de octavos van del 30 de junio al 2 de julio. Esperemos que España peregrine lo más lejos posible. No obstante, si nos eliminan, nada mejor que adoptar a otro de los equipos restantes (que nos caiga bien) y hacernos sus seguidores.
De cualquier forma, son buenas fechas para estar en Madrid. Dispondremos de muchos lugares donde compartir la pasión de la mayor competición del fútbol con propios y extraños. Durante los partidos, todos los miembros de una misma comunidad, hermanados por la pasión que genera el mayor evento deportivo del planeta, pero que solo puede ganar un equipo. España ya lo hizo en 2010. Recemos para que vuelva a pasar este año.
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