Sí, ya sé que es un topicazo de no te menees eso de que el perro es nuestro mejor amigo (no el mismo perro, sino en general, la especie… ya me entendéis), pero es que es verdad. Está al pie del cañón día y noche, llueva o haga sol, a las duras y a las maduras… Bueno, y nosotros también; que si tiene pesadillas, que si hay que desparasitarlo, que si algún desaprensivo me ha dejado a Pinky en estado de buena esperanza…
Los mil y un avatares de vivir con un perro es el elemento central en torno al que se aglutina nuestro post de hoy. Porque, por si no lo sabías, hoy 21 de julio es el Día Internacional del Perro. Ojo, que para el Perro Callejero hay otro día (27 de julio), para el Galgo, otro (1 de febrero), y si estás en Estados Unidos, otro…
Como cualquier otro compañero de piso, pero no paga un duro
Compartir piso con tu perro es una aventura que todos deberíamos vivir al menos una vez en la vida. La verdad es que, igual que hay compañeros y compañeros de piso, también hay perros y perros, de forma que la convivencia es más fácil con unos que otros. El que más el que menos tiene sus manías y ha preparado sus desastres; ¿y quién no?
Aunque en realidad, un perro es, el menos en mi caso, mucho más que un compañero de piso. Es un amigo, un miembro de la familia. Un miembro cercano y querido de la familia, para más señas. Salgo con él a diario, le doy de comer, jugamos juntos, nos hacemos compañía y hasta muchas veces dormimos en la misma cama. No puedo, ni quiero, decir lo mismo de mis compañeros de piso.
Tan importante puede ser la compañía y el apoyo que nos brinda nuestro perro a cambio de nada, que bien podemos tener en cuenta sus necesidades a la hora de mudarnos. Es uno de esos momentos críticos en los que debemos tener en cuenta sus necesidades a la hora de elegir nuestra nueva casa. Porque, aunque buena parte de los españoles tenemos perro (¡una cuarta parte!), nadie parece querer a los de los demás. Son como los niños.
Lo mismo nos pasa, pero ampliado al cuadrado, cuando nos vamos a mudar al extranjero. Al habitual desafío que supone buscar piso en un idioma que no es el tuyo, se unen ahora todos los requisitos necesarios para viajar con tu perro al extranjero. Pero personalmente me parece que vale la pena: el anclaje emocional que da una mascota a los expatriados no tiene precio.
El mundo es cada vez más perruno
En Spotahome ya os hemos dado algunas pistas para encontrar barrios buenos para vivir con perros, tanto en España (el caso de Valencia) como en otras ciudades de Europa (el caso de Bruselas). Cada vez es más fácil dar con vecindarios, negocios, barrios y ciudades pet-friendly, lo que nos hace la vida mucho más fácil a la hora de comer, comprar, salir, viajar y, en definitiva, vivir con nuestro perro.
Sea como sea, hay momentos en los que vivir con tu perro no es fácil. Nunca cocina él, y eso de quedarse en casa en pijama todo el día… Ni me acuerdo cómo era. Y si compartes piso con otra gente, como es mi caso, es fundamental que se lleven bien, y que sepan comportarse; el perro, y los compañeros, también.
En definitiva, vivir con tu perro es como cualquier otra convivencia, en el sentido de compartir un espacio. Hay que saber adaptarse, negociar y ponernos en nuestro sitio; ojo, a lo mejor a él también le apetecería, de vez en cuando, estar en otro sitio y con otra compañía. A cambio, te dará millones de buenos momentos. ¿Te acuerdas de aquella vez que…?