Los ciudadadanos comunitarios, es decir, los nacionales de cualquiera del resto de países de la Unión Europea, tenemos derecho a residir y trabajar en Francia durante un tiempo indeterminado. Incluso, podemos votar en las elecciones municipales. No es así de fácil para el resto de habitantes del mundo, por lo que muchos, llegados la oportunidad, deciden postular para obtener la nacionalidad francesa. Conseguir la nacionalidad hace la vida más fácil y si ya tienes claro que vas a echar raíces en el país de las baguettes y el rico "fromage", lo ideal es que cuánto antes regularices tu situación, mejor.
A no ser que no haya un convenio bilateral con tu país de origen y pierdas tus plenos derechos en tu madre patria, lograr una nueva nacionalidad sólo tiene ventajas. Es verdad que los procesos de regularización son tediosos, por eso te dejo aquí un resumen de cómo hacerlo para cada tipo de situación.
Nacidos en Francia, hijos de extranjeros
En Francia no es como en Estados Unidos, que por el simple hecho de nacer en territorio estadounidense ya le otorgan la nacionalidad al bebé (sean sus padres de dónde sean). En Francia, uno de tus padres tiene que ser francés. Por tanto, también tendrías que regularizar tu situación una vez tengas la mayoría de edad a pesar de haber nacido en un hospital en el centro de París.
Matrimonio con una pareja francesa
Si has encontrado el amor en Francia, algo súper recomendable, por cierto, con un ciudadano francés, puedes conseguir la nacionalidad francesa. Podrías obtenerla si dais un paso más en vuestra relación y os casáis. Eso sí, no bastará con dar el "sí, quiero" o casarte en territorio francés. Tendrás que asegurarle al Estado francés que controlas la lengua gala. El lenguaje del amor de forma literal. Así que no sólo tendrás que demostrar que estás dispuesto a amar a un francés el resto de tu vida, sino también, el dominio del idioma. Es más, tendrá que pasar un año de matrimonio oficial hasta que puedas empezar con los trámites. Así, el estado francés se asegura que vuestro amor no es algo pasajero.
Nacionalidad por residencia
Si estamos solteros o nuestra pareja también es extranjera, existen posibilidades para nosotros. Eso sí, hasta que no llevemos al menos cinco años residiendo (de manera evidenciada) en Francia, no podremos comenzar con el papeleo. Además, tendrás que demostrarle a Francia que estás aportando algo a la sociedad francesa, que debido a tu trabajo o a tu actividad económica, los franceses se beneficiarán. En el proceso, también tendrás que probar que sabes francés a través de un examen.
¿Qué nivel de francés necesito?
Tanto en la nacionalidad por matrimonio como por naturalización, se necesita hacer un examen de francés. La prueba es conocida como TCF (Test de connaissance du français) y para pasarla exitosamente se debe tener un nivel mínimo equivalente al B1. De hecho, si tienes el DELF (B1 o B2) y por supuesto el DALF (C1 oC2) quedas exento del examen. Aunque suelen ser rigurosos y tu título debe tener una vigencia de no más de dos años. Aprender y mejorar los idiomas nunca está de más, y por suerte, el francés es muy útil y es la quinta lengua más utilizada del mundo. ¡Podrás relacionarte con unos 275 millones de francófonos!