Ciudades europeas que apuestan por la arquitectura contemporánea


Disfrutamos a partes iguales de la literatura, del cine, de la música…, de todas las bellas artes en su conjunto, desde la primera hasta la última. Pero, sin duda, nuestra debilidad siempre nos obliga a mirar hacia arriba: hacia la arquitectura. No creemos que haga falta que te expliquemos por qué –por razones evidentes–. Pero de lo que sí te vamos a hablar es de nuestras ciudades favoritas para contemplar arquitectura contemporánea, porque en Spotahome nos debemos a nuestro tiempo.

Copenhague, Dinamarca

Para un apasionado de la arquitectura Copenhague es un trozo de cielo. Es así: los daneses saben bien lo que es la creatividad del ladrillo. La capital es un espacio en el que la inversión de tiempo y dinero en diseño y urbanismo es más que evidente, en busca también de ser una de las ciudades más verdes del continente. De esta forma, en Copenhague han conjugado estética y sostenibilidad por un bien mayor: no el de hacer una ciudad del futuro, sino de lo que debe ser ya una del presente. Y es su arquitectura la que mejor lo refleja, en el que es uno de los mejores ejemplos de planificación urbana de todo el mundo.

Viena, Austria

Sí, incluso en la ciudad más imperial de toda Europa hay cabida para todo tipo de bellezas. La capital austriaca ha sabido conservar lo mejor de su pasado a la vez que mirar con certeza hacia los nuevos tiempos, desde el periodo románico hasta el esplendor de su barroco. Tal es su comprensión de lo contemporáneo que ha sabido acoger la mirada de algunos de los mejores arquitectos de la historia reciente, desde Zaha Hadid hasta el vienés Hans Hollein –ambos Premio Pritzker de arquitectura–. Viena va mucho más allá de todo su conjunto y patrimonio imperial, todo ello en una ciudad que se convirtió en la capital europea más creativa de fin de siglo.

Róterdam, Países Bajos

Bombardeada durante la II Guerra Mundial, Róterdam tuvo que sacudirse el polvo y rehacerse a sí misma, algo que, a su modo, le permitió convertirse en un espacio para experimentar. Y así lo supieron ver muchos arquitectos desde mitad del siglo XX hasta ahora. Róterdam es una de las ciudades referentes de la arquitectura contemporánea europea, y las firmas de arquitectos como Koolhaas o Norman Foster en su skyline lo demuestran. La ciudad holandesa, con éxito, se ha convertido en un lugar que se aleja de convencionalismos estéticos, donde futurismo y creatividad han dado una nueva forma a los espacios en los que vivimos, elevándolos, además, a la categoría de arte.


Londres, Reino Unido

Su gran capacidad de captación de inversiones y el boom que supuso la celebración de los Juegos Olímpicos de 2012 llevaron a Londres a la cabeza de la vanguardia arquitectónica. El espacio más evidente de esta transformación es la City of London, el centro financiero más importante de todo el continente, donde se encuentran los famosos The Gherkin o el Willis Building –ambos diseñados por Foster–, así como el London City Hall. Sin duda, Londres es una de las grandes ciudades del contraste, el sitio donde conviven lo mejor de su época victoriana y el high-tech reconocible en su arquitectura más reciente.


Berlín, Alemania

Primero, la capital alemana tuvo que pasar por un proceso de reconstrucción tras la II Guerra Mundial y, décadas más tarde, por otro proceso de remodelación al unificarse tras la caída del muro. Así, al modo de otras grandes capitales europeas, a lo largo del siglo XX la ciudad atrajo el interés de algunos de los más importantes arquitectos de todo el mundo, que vieron en Berlín una oportunidad para invertir su capital creativo. No es de extrañar que en los últimos años se haya convertido en la nueva meca para los amantes de lo contemporáneo, con construcciones tan insignes como la Biblioteca Grim o la cúpula del Reichstag. ​​