¿No te apetece liarte la manta a la cabeza, meter cuatro cosas en el petate y perderte en la carretera en dirección a ninguna parte? A mí sí, todo el rato. Desde Spotahome te proponemos abandonar tu confortable nido por unos días con unas cuantas ideas para protagonizar tu propia road movie por España.
Antes de nada, ¿sabes cuáles son los ingredientes básicos de una buena road movie?
- Un coche, da igual si es un Mustang descapotable o el 106 de tu abuela.
- Un mapa de carreteras; es importante que sea de papel, de los que no hablan.
- Una buena selección de música. Fundamental.
- Un mínimo argumento de huida (no hace falta huir de algo concreto, aparte de la realidad cotidiana).
- Entornos remotos. Las ciudades y las autovías no encajan con las road movies.
- Si no quieres hacerlo en solitario, elegir bien la compañía es importante: que no hable mucho y reaccione bien en las situaciones comprometidas.
¿Por qué España es tan estupenda para roadmoviear? ¿Qué puedes esperar encontrar en tu camino? Lugares solitarios. Rincones a medias de civilizar. Bares y carreteras que ríete tú de Robert Rodríguez. Una enorme variedad en… todo. La España profunda, en definitiva, donde los extranjeros todavía son una imagen asombrosa. O casi.
Por supuesto, esto ya se les ha ocurrido a otros, desde el ámbito del cine sobre todo (lógico). Aquí tienes una lista para inspirarte antes de salir, o para comparar a la vuelta. Bueno, un par: esta otra sólo incluye películas españolas. En todo caso, cada viaje es una experiencia, así que vacíate de prejuicios, llénate el depósito y ¡a quemar el asfalto!
Las mesetas centrales
Tal vez el centro reúna buena parte del imaginario de lo que consideramos una road movie de manual: espacios abiertos y solitarios, carreteras interminables, personajes arquetípicos o totalmente fuera de lugar… De acuerdo, el páramo leonés no es exactamente Oklahoma, pero también tiene su aquel. Vaqueros aparte.
Dos submesetas, dos opciones. En el norte, un trazado circular por las carreteras secundarias de Zamora, Salamanca, Valladolid, Burgos, Palencia y León (Alcañices, Ledesma, Olmedo, Lerma, Saldaña, Valderas, si quieres nombres). En el sur, una ruta desde la zona occidental de Ciudad Real (Almadén o por ahí) hacia el este (La Roda o por ahí) y de ahí hacia el noroeste (Puebla de Montalbán o por ahí).
La cornisa cantábrica
La mayoría de los extranjeros siguen con el tópico de sol y playa en la cabeza. Aquí encontrarás playa, lo del sol es más aleatorio; pero los paisajes (verdes y montañosos) y los plantos (humeantes y contundentes) son… épicos. Carreteras sinuosas, humedad y acentos raros. Bienvenido a la España húmeda.
La ruta es fácil: sólo hay que seguir la costa por la mítica N-634 y sucedáneos desde Fuenterrabía hasta La Guardia, o al revés. En algunos momentos rodarás junto al agua, en otros no tanto. Cualquier desvío hacia las montañas y los pueblos del interior, especialmente en Asturias, es más que aconsejable.
El Mediterráneo
Claro que sí, tiene todo el encanto de las palmeras y los amaneceres playeros, pero es para los más duros: la N-340 que recorría la costa se ha convertido en una especie de enorme vía de servicio; un laaargo trayecto salpicado de rotondas, semáforos y badenes. Y encima rodeado de esas tiendas de piezas de escayola tan típicas de la costa.
Para disfrutar un poco más puedes seleccionar algunos tramos o recurrir a carreteras más secundarias todavía. Muchas veces hay trazados metidos en el interior o totalmente pegados al mar que parecen mucho complicados, pero que no lo son tanto. Baja el ritmo, pregunta a los locales, plantéate etapas cortas. Recuerda que no vas a ningún sitio en concreto.
Andalucía
Una referencia ineludible en Europa desde Washington Irving para acá. Claro que ya no es lo que era hace doscientos años. Hoy los bandoleros están en los despachos de la Junta, no en los caminos. Por lo demás, Andalucía sigue siendo una de las tierras con más encanto del universo mundial. ¿Es posible roadmovieársela?
Si quieres huir de lo típico (es un decir) te aconsejamos comenzar en el Cabo de Gata, en el desierto de Almería, e ir hacia el oeste cruzando Las Alpujarras y la zona de El Torcal, en Málaga. Penetra el valle del Guadalquivir y atraviesa la campiña sevillana antes de rodear Doñana. Luego puedes cruzar la comarca onubense del Andévalo y terminar en la costa de Huelva que linda con Portugal.
Nos hemos dejado unas cuantas opciones, sí. El triángulo Soria-Guadalajara-Teruel, el pre-Pirineo, las dehesas extremeñas, el interior gallego, los desiertos navarros y zaragozanos… Lo bueno de las carreteras es que siempre hay otra que va más allá; lo bueno de las road movies, que siempre puede haber una segunda parte.